Las míticas Enciclopedias Álvarez, los completos volúmenes de Calleja, las llamadas “cartillas de urbanidad” o incluso un tratado de Cirugía General que sobrevivió a la Guerra Civil son sólo algunos de los libros que, hasta el 14 de octubre, estarán expuestos en la Biblioteca Municipal de Morata de Tajuña. ‘Días de Escuela’ es una muestra que se puede leer, pero también tocar y que supone una mirada panorámica sobre la evolución de los libros de texto con los que estudiaron nuestros padres y abuelos.

Descubrir cómo España estudió desde finales del siglo XIX hasta los años 80 es ahora posible en Morata de Tajuña en una muestra organizada por el bibliotecario local, Óscar Ortego, que hace un repaso a nuestra Historia a través de 38 títulos organizados en cuatro bloques.

El primero de ellos aglutina los libros de texto de enseñanza elemental, como las enciclopedias de Álvarez, la Nueva Enciclopedia Escolar o la Enciclopedia Intuitiva, Sintética y Práctica, de 1954 de Álvarez Pérez. Libros que, como éste último, aglutinaban en un solo tomo desde formación del Espíritu Nacional a Matemáticas, pasando por Historia o Educación Física.

Junto con los libros de enseñanza también se pueden encontrar libros de materias específicas, como un Atlas de la Editorial Edelvives fechado en 1960 y con ilustraciones magníficas; o una edición muy bien conservada, de 1910, de Pedro Díaz Muñoz. Ejemplares de Aritmética, Historia de la Literatura o Historia General completan una sección en la que está incluida la estrella de la exposición: el Grado Elemental de Fisiología e Higiene Gimnasta de 1876 –el más antiguo de la muestra- editado por Saturnino Calleja, el célebre pedagogo, escritor, editor e ilustrador que ha pasado al imaginario popular por la expresión “tienes más cuento que Calleja”.

Entre los libros expuestos también hay una categoría dedicada a las cartillas de urbanidad, modales o buen comportamiento. Ediciones facsímiles de las famosas cartillas de los años 20 y 30 que explicaban a las familias cómo debían comportarse en la mesa, cómo debían ser sus relaciones sociales o el respeto hacia la figura paterna.

Y más allá de los “libros de escuela”, la muestra recoge también algunos volúmenes de la antigua Formación Profesional, los llamados libros de oficios. Ejemplares de los primeros años del siglo XX o de la década de los 30 encaminados a formar profesionales en distintos campos. Entre ellos, un manual de sastrería de la Librería Salesiana fechado en 1932 y en muy bien conservado; la Guía del Artesano, de 1917; o un libro de sobre la práctica de acumuladores eléctricos de los años 20. También destacada, otra de las joyas de la exposición. El Tratado de Cirugía General de 1913, propiedad del Ministerio de la Guerra con el sello de la 110 brigada mixta del ejecito republicano, “un superviviente de la contienda que no está herido, sino en un estado estupendo”, como afirma Ortego.

Una mirada panorámica y rápida que ofrece a jóvenes y a mayores la oportunidad de descubrir los libros de texto con los que estudiaron sus padres y abuelos a través de una exposición totalmente gratuita y abierta al público de lunes a viernes por la tarde.

 

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