Una nueva imagen para Morata. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Morata de Tajuña decidió, este jueves, sustituir el actual escudo del municipio por una palmerita de chocolate, en honor al afamado dulce morateño.

“Morata es el pueblo de la Palmerita. Ya nos conocen por este dulce, así que ¿por qué no hacer de él nuestro blasón?”, ha explicado el alcalde, Ángel Sánchez. Con la decisión del Consistorio, Morata de Tajuña se convierte en el primer municipio del mundo con un escudo “totalmente comestible”.

El Ayuntamiento pretende también convertir el escudo en un reclamo turístico y gastronómico. “Vamos a reunirnos con los obradores morateños para que nos elaboren escudos de hojaldre y chocolate”, ha detallado el alcalde, a pesar de que se ha mostrado preocupado por el importante gasto económico que puede suponer la desaparición a mordiscos de los blasones que se ubiquen en las dependencias municipales.

Las reacciones no se han hecho esperar y desde la Sociedad Heráldica Española ya han mostrado su “conformidad” con un escudo que “por fin represente al pueblo”, aunque se han mostrado favorables de incluir también un ajo y una rama de olivo para “no discriminar a los otros productos”.

El presidente del Gobierno Regional, Ángel Garrido, se ha mostrado “entusiasmado” por la idea y ha animado a los madrileños a visitar Morata y comprar palmeritas. Garrido ha lamentado, eso sí, que los distintos grupos políticos no hayan encontrado la fórmula para sustituir el poco conocido escudo regional por algún alimento madrileño: “Los partidarios de los garbanzos y de los callos tienen posiciones encontradas”.

El Ayuntamiento de Morata soluciona de esta forma uno de los grandes anacronismos del municipio, que tenía como escudo el blasón y armas del rey Felipe II, en honor a este monarca que incorporó el pueblo a la Corona en 1575, previo pago de veinticuatro mil ducados de plata.

Cada año se producen en los seis obradores y pastelerías de Morata más de 60.000 kilos de palmeritas. Un dulce que, los días 15 y 16 de diciembre, celebró la segunda edición de una feria a la que acudieron miles de visitantes y que da trabajo a decenas de personas.

 

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